Esta reflexión fue publicada originalmente el 12 de Diciembre de 2012.

A diferencia de los evangelios de Mateo y Lucas, en el evangelio de Marcos no hay una narración del nacimiento de Cristo, por tal motivo tenemos que observar a Marcos desde otro ángulo para tratar de descubrir un poco de la idea del enviado por el Padre encarnado en el niño nacido.

Marcos fue escrito a finales de los años 50 o principios de los 60 del primer siglo después de Cristo. El público al que fue dirigido no era judío, fue escrito principalmente para la iglesia en Roma, es decir, para gentiles, por lo tanto, no era necesario explicar algunos aspectos que eran de interés para el pueblo judío. Se piensa que Pedro y Juan Marcos coincidieron en Roma por este tiempo y que el evangelio de Juan Marcos fueron las memorias de Pedro.

El evangelio de Marcos es el más corto en comparación con Mateo, Lucas y Juan, con tan solo 16 capítulos. Es el más activo de los cuatro evangelios y Jesús es insertado por Marcos en la historia de la humanidad de inmediato con la declaración que hace en el versículo uno del capítulo uno “El principio del evangelio de Jesucristo, el Hijo de Dios” (TMH) y el anuncio de Juan el Bautista en el versículo dos y tres recordando al profeta Isaías “He aquí envío mi mensajero delante de ti, quien preparará tu camino. Voz del que clama en el desierto: Preparen el camino del Señor; enderecen sus sendas” (TMH). Inmediatamente en este mismo capítulo uno pero en el versículo 15, encontramos un declaración del mismo Señor Jesús “El tiempo se ha cumplido, y el Reino de Dios se ha acercado. ¡Arrepiéntanse y crean en el evangelio! (TMH).

En este evangelio, Jesús es: el ungido para salvar (Mesías), el Hijo de Dios que salva en la debilidad, y como tal es el cumplimiento de la promesa que Dios había hecho por medio de Isaías, es la alegre noticia (el reino de Dios se ha acercado), es el Mesías para toda la humanidad – confesión de Pedro 8:29 ¿Quién dice la gente que soy yo?

28 —Unos dicen que Juan el Bautista, otros que Elías, y otros que uno de los profetas —contestaron.
29 —Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?
—Tú eres el *Cristo —afirmó Pedro. (TMH)

y la confesión del centurión 15:39

38 La cortina del santuario del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. 39 Y el centurión, que estaba frente a Jesús, al oír el grito y ver cómo murió, dijo:
— ¡Verdaderamente este hombre era el Hijo de Dios! (TMH)

Jesús es el cumplimiento de la promesa del mesías que nacería para librar al pueblo. El hijo de Dios caminando entre nosotros.

Me parece que Juan Marcos incluye la narración de estos dos eventos (1 confesión y reconocimiento de un judío y la de un romano, un gentil) con toda intención ¿Será que Juan Marcos nos está queriendo decir que el nacimiento del Cristo en la pequeña aldea de Belén, es para todo aquél que confiese que Cristo el Señor? ¿Que en el evento del nacimiento y ministerio de Jesús cabemos todos? ¿Que este acto de encarnación del Señor es un acto extraordinario que nos incluye a todos, los que eran pueblo y los que íbamos a ser?

El hecho de que en este evangelio las cosas ocurran tan rápido ¿No querrá decir también que Juan Marcos quería comunicar que al Verbo hecho carne se le sigue de una manera activa y cotidiana?

Podemos quedarnos solamente con la figura del niño nacido, tierno e inofensivo, pero el niño que nos presenta Marcos creció para cumplir su propósito, reconciliarnos, limpiarnos, amarnos.

Por lo tanto, el tiempo de Adviento y Navidad, debe de ser un tiempo de compartir con otros, de hacer cosas por el hecho de servir tal y como el Señor lo hace por nosotros, tiempo de amar, de reconciliarnos con los demás así como Dios se reconcilió con nosotros por medios del niño nacido en la pequeña aldea de Belén.