La siguiente reflexión fue escrita por Moisés Zazueta

Mi papá siempre me enseñó que todo lo que hagamos, lo hagamos bien, como si fuese para el Señor. Esta afirmación está sustentada por varias porciones de la escritura.

Colosenses 3:17 (RVR1960) «Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.

Que todo lo hagamos sea como para el Señor

Cada vez que hagamos algo, en el lugar que sea y con quien sea, debemos tener presente que es para Dios que lo estamos haciendo.

No solamente en la iglesia

Constantemente tendemos a separar el servicio a Dios en la iglesia y nuestro trabajo fuera ella; sin embargo no es así, el apóstol Pablo dice que siempre que se haga o diga algo, sea hecho como si lo estuvieran haciendo al Señor, es decir, no solo en la iglesia. El único ministerio que tiene todo creyente es el ministerio de la reconciliación. Toda obra de nuestras manos está honrando al Señor quién es nuestro creador.

Efesios 6:5-6 (RVR1960) «Siervos, obedeced a vuestros amos terrenales con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo; 6 no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios«

Es en todo lugar, en tu trabajo en lo que hacemos estamos sirviendo al Señor. En la época que se escribió este pasaje había muchos esclavos y a ellos les escribe Pablo, que obedecieron a sus amos como si fuera el Señor. Si esto lo analizamos de acuerdo a nuestro contexto, podemos afirmar lo siguiente: En nuestra casa, sirvamos al Señor con diligencia, apoyando a nuestra familia en distintas labores. En nuestro lugar de trabajo, tener siempre presente que es al Señor a quien estás representando.

Dios nos llama a ser excelentes en lo que hagamos sin importar para quien sea, sin importar si es para alguien que humanamente no lo merece o es alguien que no es de nuestro agrado. Estas situaciones no deberían importar, debemos hacerlo bien porque finalmente es al Señor a quien servimos.

Colosenses 3:23-24 (RVR1960) «Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; 24 sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís«.

Que lo que hagamos sea agradable a Dios

Debemos tener presente que todo lo que hagamos es para Dios, y por lo tanto debemos hacerlo bien y que lo que hacemos además debe agradar a Dios.  Como hijos de Dios tenemos que actuar con rectitud.

Debemos tener en cuenta que:

Nuestras obras hablan más que mis palabras.

No podemos desgastarnos tratando de mostrar a las personas que Cristo es real, si no lo mostramos, con nuestros hechos. Podremos gritarles si es posible, que Cristo les está llamando al arrepentimiento, pero tal vez nos digan, “lo que haces habla más fuerte que lo que me estás diciendo con tus palabras”.Cuando las personas saben que somos creyentes, estarán con sus ojos sobre lo que hacemos o decimos y prontos para juzgarnos, dependiendo de lo que vean en nosotros.

Romanos 2:24 (RVR1960) «Porque como está escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros«.

Esto sucede muy a menudo, la gente observa y habla, la gente nos mira y hablan acerca de lo que ven.  No hay mayor testimonio de fe que una persona que vive lo que habla, hay personas que tienen a Dios en sus bocas, que te dicen siempre “Dios te bendiga”, tienen un dialecto religioso, pero con sus acciones niegan rotundamente lo que dicen.

2 Corintios 3:2-3 «Todos pueden ver claramente el bien que Cristo ha hecho en la vida de ustedes. Para que la gente hable bien de nosotros, sólo tiene que fijarse en ustedes. Porque ustedes son como una carta que habla en favor nuestro. Cristo mismo la escribió en nuestro corazón, para que nosotros la presentemos. No la escribió en piedra, ni con tinta, sino que la escribió con el Espíritu del Dios vivo. Y esa carta está a la vista de todos los que la quieran leer«. Escuché decir a alguien, que tal vez la única biblia que lea su vecino sea su vida.

Nuestras obras son la luz que brilla en medio de la oscuridad

Ahí estamos nosotros en medio de esta generación que anda en oscuridad, pero la iglesia está llamada a mostrar luz a través de lo que hacemos.

Mateo 5:16 (TLA) «De la misma manera, la conducta de ustedes debe ser como una luz que ilumine y muestre cómo se obedece a Dios. Hagan buenas acciones. Así los demás las verán y alabarán a Dios, el Padre de ustedes que está en el cielo«.

La finalidad de hacer las cosas es darle la honra a Dios, si hacemos algo, no somos nosotros; es Dios en nosotros, si somos buenos, para algo es, porque Dios nos dio el talento.

Moisés Zazueta Carpinteyro