La siguiente es una reflexión de Manuel Zazueta

Mencionar ética en diezmos y ofrendas es hablar del comportamiento de una persona en relación con lo financiero. Dicho de otra forma: la conducta del creyente ante lo económico.

La ética, como se sabe, es el conjunto de normas morales que rigen la vida de las personas en cualquier ámbito de la vida. El ámbito financiero en la vida del cristiano es algo que no debe descuidarse, el manual del cristiano ––La Biblia––, refleja el deseo de Dios en aquellas palabras escritas en 1ª Corintios 4:2 “Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel”. Una definición de administrador, según el diccionario es: “Persona que tiene por oficio administrar los bienes de otros”. Partiendo del pasaje bíblico y la definición anterior, los hijos de Dios somos administradores de el gran YO SOY, por lo tanto, Dios anhela fidelidad en el ámbito económico, administrando los bienes que son de Él, eso incluye recursos económicos. El tema del diezmo es uno de los más debatidos y criticados, no solo por no cristianos, sino también por los mismos hermanos de nuestras iglesias.

Tristemente existen hermanos que dicen: “eso ya no es para hoy, ya no aplica puesto que pertenece al antiguo pacto”. Por otro lado, personas fuera de la iglesia que simplemente dicen “el diezmo es una estafa”. En diversas ocasiones hemos tenido la tentación de probar la fidelidad de Dios a nosotros. Ahora bien, ¿qué hay de cuando deberíamos de demostrar nuestra fidelidad a hacia Dios? Considero que no hay mejor manera que en hacerlo en el aspecto económico. Si somos capaces de cumplir a Dios en ello, seremos capaces de cumplirle en la mayoría de las cosas. Para tener una Ética Cristiana excelente en relación con las finanzas, se debe comprender lo siguiente: En primer lugar, que “De El Señor es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él habitan” (Salmos 24:1). Dios es dueño de todo, esto incluye nuestra economía, somos simplemente mayordomos o administradores al servicio de Dios. En segundo lugar, debemos tener plena convicción de que el diezmo es bíblico. Las porciones centrales de la Biblia donde se menciona que cada creyente debe consagrar su trabajo a Dios, siempre declaran que es mediante el diezmo de todos sus ingresos.

  • Abraham diezmó a Melquisedec (Génesis.14:18-20).
  • Jacob hizo pacto con Dios, y le prometió los diezmos de todo (Génesis n.28:20-22).
  • En la Biblia vemos a los levitas recibiendo el diezmo de parte de los hijos de Israel (Números 18:20, 21, 24).
  • El apóstol Pablo cuando dice: “¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del templo y los que sirven al altar, del altar participan? (1 Corintios 9:13).
  • Pablo deja en claro que los que predican el evangelio deben vivir del evangelio (1 Corintios 9:14) “Así también (de la misma manera) ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio”.

Esto no quiere decir que lo dice Pablo, sino El Señor, quien ordena a sus hijos a que se realice de igual forma. En tercer lugar, saber que las ofrendas son adicionales al diezmo. Entendiendo entonces que los hijos de Dios no sólo diezman o sólo ofrendan, sino que Diezman y ofrendan. En contraste con la ley, que lo imponía, en el servicio cristiano es voluntario, como prueba de sincero amor a Dios (2 Corintios 9:7) “Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre”.

Dentro de una buena ética cristiana, cada uno de nosotros somos absolutamente responsables ante Dios, de cómo manejamos lo que Él nos ha permitido tener o recibir. (Malaquías 3:10) “Traed todos los diezmos al alfolí (granero) y haya alimento en mi casa; y probadme (comprobar) ahora en esto, dice Jehová”.

Dentro de la ética cristiana, debe existir obediencia a Dios, Él invita a su pueblo a traer su economía delante de Él y también invita a su pueblo a probarlo a Él en eso; si Dios es el dueño de todo y también sabe de qué cosas tenemos necesidad, entonces queda claro que Dios está al pendiente de sus hijos. “El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye” (Gálatas 6:6). Cuando se tiene la oportunidad de ofrendar o diezmar hay que recordar que no se hace para los hombres sino más bien se da para el Señor. Normalmente, quien cuestiona el diezmo, no es porque quiera ofrendar más. La ofrenda es una forma más de expresar nuestro fervor hacia el Señor. Hay que dar con gozo a Dios. Los hijos de Dios vivimos bajo la economía de Dios y no la de este mundo. Dios es nuestro proveedor de todo y en todo, por tal razón, nuestra Ética Cristiana en las finanzas debe notarse, dicha ética involucra integridad, honestidad, obediencia, sobriedad, transparencia y fidelidad, principalmente para con Dios y después para buen testimonio ante los hombres. (Proverbios 3:9-10) “Honra (dar honor, respetar, enaltecer) a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos; y serán llenos tus graneros (bodegas) con abundancia y tus lagares rebosarán de mosto” (jugo, extracto, néctar).

Tenemos que ser fieles administradores de todo lo que Dios nos ha dado dentro de las oportunidades que se presentan a través de su providencia para glorificarlo, servir al bien común y además a su Reino. Hermanos, hay un dicho popular que dice así: “el que tenga solvencia moral, que hable”, a este respecto, si somos buenos cumplidores en las finanzas, tendremos esa solvencia para hablar a nuestras congregaciones, de lo contrario, lamentablemente no la tendremos. Si somos creyentes fieles en lo poco, entonces en lo mucho nos pondrá el Señor (Mateo 25:23) “Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor”.

Manuel Zazueta Carpinteyro, 19 de enero de 2020