El siguiente artículo es un escrito de Marisol Arriaga Aranda

El Espíritu de Comunión

Al buscar el concepto “comunidad” en el diccionario encontramos lo siguiente: Es tener en común aspectos, ideas o cosas con otros. Ejemplos de esta definición serían: comunión de pensamiento., comunión con Dios, relación íntima con Dios, entre otras. La siguiente reflexión está basada en Juan 17.

EL ESPÍRITU DE COMUNIÓN ES PARTE DEL PROYECTO DIVINO.

El espíritu de comunión entre el padre y el hijo es, ha sido y será una constante. El padre y el hijo manifiestan una unión comprometida con el proyecto de salvación para la humanidad. El padre y el hijo están trabajando en la misma sintonía, tienen objetivos afines. La comunión divina puede proyectarse en el ser humano de la misma forma en que sucede con el padre y el hijo. El amor, el gozo, la paz, la empatía, la compasión, la reconciliación, el perdón, se originan en la divinidad misma, Dios es el primer interesado en que los seres humanos tengan comunión entre ellos, que alcancen un destino diferente a la dinámica de egoísmo, insensibilidad, desamor, rencor, violencia de la sociedad actual.

EL ESPÍRITU DE COMUNIÓN ES CONGRUENTE CON EL NOMBRE DE JESÚS (El ¡Yo Soy! )

Este Espíritu de comunión se sustenta en el Dios que es palabra encarnada, un Dios consistente y congruente; que dice y hace, que piensa y realiza, la llegada de su hijo a la tierra es su palabra encarnada. Este Espíritu de Comunión da a conocer el nombre de Dios y sus atributos hacia los seres humanos, fortalece las relaciones fraternales entre los miembros, pone de manifiesto la confianza, el apoyo, la solidaridad, la compasión.

La Proclamación de “Su Nombre” al mundo “El Yo soy”, es ser camino, resurrección, pan, agua, vida, verdad, luz; obras tangibles del espíritu de comunidad. “En el principio era el verbo y el verbo era Dios y el verbo era con Dios” 1 Juan 1:1.

EL ESPÍRITU DE COMUNIÓN TIENE CIMIENTOS EN LA PALABRA DE VERDAD.

La Biblia de manera clara alumbra el camino correcto para mantener relaciones sanas y duraderas; provee herramientas que ayudan a comprender y maravillarse del Dios que actúa en armonía consigo mismo, del Dios que quiere que hombres y mujeres vivan también en comunión. La palabra es el mismo Jesús encarnado, el verbo de Dios permite reidentificarnos con verdaderos valores de amor que generan vida y redireccionan el camino hacia una nueva cultura de reconciliación esperanza y justicia. Estas relaciones identifican al pueblo que vive en comunión con Dios (ese verbo encarnado) y con sus prójimos; discípulos que se santifican al relacionarse conociendo sus necesidades, aprendizajes, fortalezas, y logros; entre otros.

EL ESPÍRITU DE COMUNIÓN VA A CONTRACORRIENTE

Esta nueva cultura de comunión, amor reconciliación y paz es aborrecida por un mundo hostil.

EL ESPÍRITU DE COMUNIÓN TIENE UN SENTIDO DE VIDA

Jesús envía a sus discípulos a dar el mensaje de comunión y reconciliación de la misma manera en que Él fue enviado. Los creyentes integran una comunidad que tiene un sentido de vida, una misión. Las relaciones de unión que genera el amor de Dios en cada integrante, son elementos poderosos para que otros creyentes se sumen. Esta comunión de esperanza produce vida eterna. El conocer a Jesús no sólo siguiendo sus pasos en la tierra, sino verlo en gloria, es la esperanza de toda comunidad. Dios amó de tal manera al mundo que envió a su único hijo para que todo aquel que en él cree no se pierda mas tenga vida eterna. Los seguidores de Jesús, los que le han conocido, los que aman a su prójimo (ya que quien no ama no ha conocido a Dios) son quienes estarán con Él en gloria. Esta comunión de amor en acción, es la que produce vida eterna. Siendo un buen indicador de crecimiento, desarrollo y proyecto de vida en cada miembro.