Hay muchas cosas que no comprendemos de la Palabra de Dios, asuntos de los cuales Él no nos dio mucha información. Lo que sí sabemos, es que Dios nos ama, nos ayuda, nos escucha y comprende.
El concepto del cielo es una metáfora para algunos, una absoluta mentita para otros, algo que a unos une y a otros separa. Lo cierto es que, para los que tenemos fe, una fe que rebasa lo tangible, que puede esperar lo inesperado, el cielo es una realidad que podemos experimentar desde nuestro aquí y ahora. Lo podemos experimentar con la compañía de un ser querido, un amigo y el abrazo de tus hijos o con una taza de un buen café.
El cielo por lo tanto, se hace tangible, se hace real a nuestros ojos y manos, sólo es creer y las ventanas de lo eterno se abrirán para mostrarnos eso, su eternidad.
1 Corintios 13:12. Ahora vemos todo de manera imperfecta, como reflejos desconcertantes, pero luego veremos todo con perfecta claridad. Todo lo que ahora conozco es parcial e incompleto, pero luego conoceré todo por completo, tal como Dios ya me conoce a mí completamente. (NTV)